El bienestar humano consiste en tener satisfechas nuestras necesidades. A la tierna edad de 1.5 a 3 años, las necesidades son relativamente simples y son cubiertas por los adultos cuidadores. Todos los seres humanos tenemos necesidades. Aprender a reconocerlas, aceptarlas y buscar cumplirlas es el camino a nuestro bienestar al largo plazo.

Bienestar entre los 1.5 a 3 años (Niños neurotípicos)

Las necesidades de los niños entre los 1.5 y 3 años son provistos por sus cuidadores. En esta etapa el apego seguro es crítico para que el niño se forme una cosmovisión de confianza en el mundo que lo rodea.

El bienestar de los niños depende en gran medida de sus adultos referencia. Por ello es crítico que los adultos sepan interpretar y cubrir esas necesidades de forma oportuna. Si bien los adultos asumen las necesidades del niño, es importante enseñarle que aprendan a reconocerlas y verbalizarlas. Al reforzarle al niño que es correcto tener necesidades y buscar llenarlas lo estaremos apoyando a que pueda cuidarse a sí mismo en el futuro. 

Bienestar en el autismo (edad 1.5 a 3 años)

Puede que a esta edad ya tengas un diagnóstico formal o puede que no. Independientemente de si lo tienes o no, ya estarás notando algunas de las señales de autismo en el niño. Normalmente las áreas que se notan más tempranamente en presencia de autismo son:

  • Retraso de la comunicación verbal.
  • Desbalance en los patrones de sueño.
  • Selectividad con la escogencia de comida.
  • Sensibilidades con el ambiente.

En general el bienestar depende de varios factores entre ellos está el mantener un balance y salud personal y una buena relación con el entorno inmediato. Cómo los autistas piensan y perciben diferente es común que sus problemas de comunicación los llevan a tener muchas malas experiencias en el día a día. Estas malas experiencias generan estrés, aumentando así su nivel de cortisol en el cerebro. Además, muchos sitios públicos pueden llegar a tener muchos estímulos que les sean difíciles de procesar y que los lleve a crisis sensoriales.

Si tu niño está en el espectro autista puedes esperar varios patrones y conductas que van en contra de su bienestar como son:

  • Problemas de sueño
  • Ser selectivos con la comida o en inglés picky eaters
  • Inflexibilidad extrema
  • Movimientos estereotipados o repetitivos.
  • Dificultad para cambiar de actividad
  • Hiperactividad
  • Falta de interacción social con otros niños.

El foco estos primeros años es ir identificando los mayores problemas e ir tomando acciones concretas que los vayan aligerando. Hay muchos enfoques que se pueden tomar y que iré ampliando en otros artículos. Todos estos factores se pueden ir trabajando poco a poco a través de rutinas y juegos. Con todos estos esfuerzos nuestros niños autistas mejoran en el largo plazo su bienestar.

¿Cómo trabajamos el bienestar con Cecilia en esta etapa?

En general Ceci dormía muy mal. Nosotros recibimos el diagnóstico a los 3 años, así que en general esta edad cronológica la sobrevivimos más que vivirla conscientemente. Como el nivel de autismo de Ceci es leve, cada vez que acudíamos a la pediatra y preguntábamos por los problemas de sueño y la falta de lenguaje nos decían que era normal. Cuando recibimos el diagnóstico es que tuvimos las herramientas para estudiar más la condición de autismo. Esto nos permitió buscar los apoyos que requeríamos para apoyarla en su bienestar.

Acá te comento parte de las reflexiones a las que llegué luego de conocer más del tema.  El bienestar del niño no está en el foco de las terapias tradicionales. La mayoría de ellas se enfocan en funcionalidad, pero no en equilibrio y bienestar, por lo que somos los padres los que debemos crearnos nuestros propios elementos en casa para apoyar a nuestros niños.

Yo decidí enfocar el bienestar a través del conocimiento emocional y la promoción de la comunicación empática. La primera meta es que Ceci pueda reconocer sus emociones y la de los demás. La segunda es que pueda aceptarlas. Finalmente, eso le permitirá tomar decisiones y acciones más asertivas. Este es un proceso que toma años, pero que le llevaran a tener varias y buenas relaciones sociales que sumen en su bienestar.

Como madre pasaba mucho tiempo con Cecilia en diferentes espacios y tenía el chance de observarla en detalle. Allí noté 2 patrones que tuve que trabajar con ella:

  • Dificultad para relajarse
  • Sobre aceleración.

Dificultad para relajarse

Cuando era la hora de dormir, yo acompañaba a Ceci en la cama y la apoyaba con respiraciones tratando de que se relajara y durmiera. Podíamos durar 2 horas en esa actividad hasta que comenzaba a dormir. Lamentablemente, sólo duraba dormida media hora y volvía a levantarse. Eventualmente después del diagnóstico aprendí que probablemente Ceci se beneficiaría de tomar melatonina y en efecto después de ello todo mejoró.

Después Alex, mi esposo, tomó la iniciativa de estudiar y encargarse del enfoque biomédico. Comenzamos todo ese esfuerzo cuando Cecilia tenía 5 años. Te hablaré en detalle de lo que hicimos al respecto en otro artículo.

Sobre aceleración

Había momentos en que Ceci estaba acelerada, pero en balance. Sin embargo, llegaba un punto donde se notaba que estaba cansada, pero ella trataba de seguir acelerando, llevándola a la extenuación. De tanto observarla llegue a detectar cuando hacia ese gesto en la cara en que su cuerpo entraba en sobremarcha. Allí decidí que tendría que apoyar a Cecilia para conocer sus propios límites y cuidarse a sí misma.

La terapia de integración sensorial fue excelente para tal fin. Esta terapia que consiste en un parque interno con muchos elementos permitía explorar diferentes actividades y objetos. Ambas disfrutábamos mucho yendo porque es una terapia donde los padres pueden participar activamente.  En ese espacio, Ceci corría y saltaba y seguía a pesar de estar agotada. Poco a poco, la ayude a que reconociera sus límites físicos y que aprendiera a hacer pausas cuando lo necesitará. Allí también le enseñé a punta de canciones cuando era momento de cerrar una actividad y dejar ir.

Ideas para trabajar a los comedores quisquillosos (peaky eaters)

Muchos de los niños autistas pueden ser comedores quisquillosos. Los padres suelen comenzar una guerra con el niño, preocupados por su nutrición, pero esto sólo empeora la situación. Se requiere mucha paciencia y creatividad para poder ir subsanando está situación. Lo primero que hay que entender es que puede que el niño sea quisquilloso por los temas sensoriales. Eso implica, que la textura empieza a jugar un factor muy importante en la alimentación del niño. Si un alimento te funciona con tu hijo, no te fijes sólo en el sabor, sino también en la textura y busca imitarla en otros alimentos.

La máxima de la alimentación con los niños es no obligarlos a comer. Al hacer algo forzado se genera un sentimiento en contra de la comida y la situación se complicará. Es mejor colocar varias ofertas en la mesa, involucrarlos en el proceso de cocinar y dejar que poco a poco los niños amplíen sus opciones.

Texturas e integración sensorial en los comedores quisquillosos

Ceci no era sensible con las texturas, pero Samu si ha sido un comedor quisquilloso, por lo que te comparto más nuestra experiencia con él. Comenzamos identificando las texturas y sabores que le gustaban. Con eso poco a poco fuimos incluyendo otros ingredientes al lateral del plato. Cuando intentábamos añadir algo nuevo, manteníamos una porción de la versión original para asegurarnos que siempre pudiera comer.

En la medida que Samu comenzó a moverse más y a ir más al parque, notamos que su amplitud en la comida también se amplió. Yo lo atribuyo a que el movimiento fue logrando una mejor integración sensorial, lo cual minimizó el impacto de las texturas para él.

Algunas de las ideas que más nos han servido para promoverles una alimentación sana es incluirlos en el proceso de cocinar. En muchas ocasiones hemos hecho pan juntos. Ellos han amasado y extendido la masa conmigo. Ceci, que ya es más grande, corta con un cuchillo de mesa los tomates y los hongos para preparar salsas y también puede cortar fresas y bananas para las meriendas.

Intervención biomédica en el autismo. Cambio en las dietas.

A penas recibí el diagnóstico comencé a leer sobre las diferentes terapias y abordajes en el autismo. Por supuesto llegué a la información de intervención biomédica. Yo había estudiado con anterioridad temas relacionados con la microbiota intestinal y su relación con la función cerebral, así que el tema sonaba coherente.

El abordaje nutricional, no me era difícil de implementar porque uno de mis hobbies y grandes pasiones es cocinar. Sin embargo, en ese momento decidí no invertir mi tiempo allí. La principal razón fue no colocar más barreras al aspecto social que quería trabajar con Ceci. La comida es parte de nuestras relaciones sociales y quería evitar poner otro elemento de estrés allí.

Más tarde Alex se interesó en el tema y conoció una médico y mama azul que había trabajado estos elementos biomédicos con su hijo autista, hoy en día adulto. Alex decidió entrar de lleno en el tema y con la guía médica especializada apoyó a Cecilia en este aspecto. Llegamos al acuerdo de modificar la dieta en casa, pero de permitirle a Ceci comer tranquila cuando fuéramos invitados a fiestas.

Si te interesa saber más de este tema, le pediré a Alex que escriba el detalle de lo que ha aprendido y cómo lo hemos implementado con Ceci. Cierro esta sección con lo que la médico siempre le dice a Alex:

” Las vitaminas y los suplementos son la gasolina para que el auto funcioné, las terapias es manejar el auto”.

Mindfulness en familia

Cada vez más salen artículos y estudios científicos que confirman el impacto positivo que tiene el mindfulness en nuestro bienestar. Hay muchísimas actividades que se han desarrollado para poder practicar el mindfulness en familia. Muchas de ellas incluyen actividades para niños pequeños.

Tuvimos la suerte y bendición de tener una niñera que es una bióloga con maestría en psicología positiva. Ella nos acompañó en la etapa más compleja, cuando Ceci tenía 3 años y Samu tenía meses. En las conversaciones y paseos por los parques fuimos creando ideas para llevar sus talleres de bienestar para adultos a actividades modo niño. En otro artículo que publicaré pronto, te estaré compartiendo el resultado de dichas conversaciones.

Pictogramas que apoyan en el autismo

En estas etapas iniciales los niños en el autismo se benefician de contar con pictogramas que refuercen la comunicación con ellos. En especial hay 3 áreas, donde los pictogramas pueden apoyar mucho al bienestar y dinámica familiar:

Pictogramas para Rutinas

En general, tener una rutina visual ayuda a bajar el estrés del niño autista. Cuando saben que esperar se les hace más fácil el día a día. En esta área del establecimiento de rutinas visuales tengo varios aprendizajes concretos que te compartiré en otro post. Por los momentos te dejo estas referencias básicas para que tomes la que más te convenga.

Pictogramas para fomentar la autonomía.

Los niños van ganando poco a poco autonomía. Así aprenden a vestirse y asearse. Tendemos a creer que ponerse los zapatos por ejemplo es sólo una tarea, sin embargo, cuando lo analizamos más en detalle nos damos cuenta de que en efecto hay varias subtareas relacionadas en ese único logro.

A continuación, te comparto los pictogramas para 3 rutinas que fomentan la autonomía del niño:

  • Ponerse los zapatos
  • Ir al baño
  • Lavarse los dientes.

Semáforo de los acuerdos familiares

Todos los niños necesitan que sus padres y cuidadores les coloquen límites. Hay que recordar que nuestros peques tienen aún cerebros muy inmaduros y no pueden medir el riesgo. Nosotros somos los responsables de poner esos límites y apoyarles a cuidarse. Yo siempre bromeo que sus movimientos y su cuerpo crece más rápido que su criterio.

Una herramienta útil para colocar límites respetuosos es el semáforo de los acuerdos familiares. En esta tierna edad es poco probable que el niño pueda negociar acuerdos, por lo que esté semáforo se parece más al semáforo de peatones, donde se puede o no se puede. Acá te compartimos este elemento visual para que puedas reforzar los límites con tu peque.

Reflexiones de madre azul para otras madres y padres azules.

Cuando recibimos el diagnóstico, me sorprendió la actitud de varios padres y especialistas respecto al bienestar de las personas autistas. Varios mencionaban que podría llegar a tener una vida independiente de nosotros pero que no esperará que pudiera disfrutar de la vida. Yo había invertido tiempo haciendo talleres de bienestar personal y quise enfocarme en esta área con Ceci.

Cuando comencé a crear las herramientas de bienestar para Cecilia, tuve que contrastar con varios de mis propios paradigmas. Allí noté que varios de nosotros crecimos con paradigmas de esforzarnos constantemente para conseguir lo que queremos, a veces incluso contra claro detrimento de nuestro bienestar. Tuve que revisar y desaprender varios paradigmas que estaban en mi cerebro. Esto fue necesario para poder criar niños que sean adultos en bienestar y que disfruten la vida.

Los niños y las familias que conviven con la condición de autismo en casa experimentan niveles muy altos de estrés. La agenda apretada de terapias, malas experiencias con otras personas en la sociedad y la ansiedad por el futuro están muy presentes. La familia puede perder la capacidad de disfrute y afectar el bienestar del núcleo familiar completo.

Nuestro primer año fue muy estresante. Había mucho que aprender y adaptarse. Ceci era no verbal y Samu era un bebe. Pero después de todo ese año busque reducir mucho el estrés de la familia y asumimos el juego como nuestro mejor mecanismo de relajación.

No es sencillo, pero hay maneras de conseguir bienestar para los niños y la familia en el autismo. Te invitó a leer el artículo de bienestar para la edad entre los 3 y los 4.5 años.

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